domingo, 27 de abril de 2008

Etapa 2. Domingo, 27 de abril de 2008. De Frómista a Sahagún







En estos momentos, por empezar por el final, estamos bromeando con Peggy, del albergue Viatoris, en Sahagún, y la chica se está partiendo de risa. El marido, Germán, que sabe latin está intentado descifrar el vocablo "ortum tedeum" que lo estamos utilizando últimamente mucho (el señor PiterChampion, seguro que no necesita traductor, sabe lo que significa de sobra). Al final ha necesitado un poco de ayuda, pero lo ha sacado.

El tema viene porque nuestras camisetas, que las hemos diseñado e imprimido para el Camino, ponen nuestro nombre en Latín, nuestra fecha de nacimiento en números romanos y las fechas de inicio y fin del viaje en latín y romano, también.

Bueno, hoy ha hecho también un día de lujo. Un poco de viento, pero muy bueno. Nos tenemos que ir echando cremas solares porque si no vamos a volver más negros que un chorizo.

Hemos salido de Frómista y llegando a Carrión de los Condes hemos encontrado a un abuelo que nos ha contado su vida, de exilio económico en Francia. Otra anécdota de Juan, porque se ha dirigido a Juan en francés y el claro, Juan le ha contestado "¿se mua?". El hombre ha continuado dándole explicaciones en francés, hasta que Juan le ha interrumpido como al italiano del sábado: ¿a ver, quién es el inglés, usted o yo?. El hombre después del primer shock, se reía.

Hoy hemos cruzado unos 20 km de un paisaje precioso en cuanto a que todo era verde, pero muy monótono porque eran muchos km. iguales. Además el camino era un pedregal y se ha hecho un poco pesado. Eso en bicicleta, porque andando, con el agua que uno pueda llevar, es desesperante para los que vayan caminando.

Al final del pedregal, hemos comido en Calzadilla de la Cueza y al salir nos ha entrado tal morriña que nos hemos tirado en una chopera durante media hora. ¡Qué siesta!. Julio y Juan dicen que hasta he roncado.

Julio ya es un peregrino de pro, le dice "Buen Camino" a persona, animal o cosa que nos encontramos, y se detiene a oir a los pájaros y a oler el campo en cuanto nos descuidamos. Lo que veo raro es que habiendo tantas piedras en lo que llevamos ya recorrido no las utilice para atinar contra todo chucho o pájaro que vemos. Debe haber entrado en la espiral mística del Camino.

Como ahora soy incapaz de recordar todos los detalles, debido al viento y a la botella de vino (Pardevalles) que nos hemos apretado en la cena de León, la actualizaré cuando el alemán que me esconde las cosas desaparezca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Luis menos mal qeu nos cuentas el camino más detalladamente que mi "GORDI" que es un poco más técnico en sus descripciones. Veo que lo pasais fatal y os está resultando algo aburrido el pedalear juntos,, Pues ánimo,, y por favor, continua manteniendonos informadas, Saludos.

Anónimo dijo...

yolanda dijo...

Luis, como ya comenté en otro lado, no me acuerdo dónde, siempre que abro la nevera y veo la botella de Mahou de litro, me acuerdo de vosotros. Y, me acuerdo de tí, un día que llegaste a casa magullado, después de una de las jornadas preparatorias para el gran acontecimiento,y decías: "estos cabrones me van a matar". Espero que no llegue la sangre al río y disfrutes cada uno de los maravillosos y tormentosos momentos que pasarás al lado de tus dos compis.
Se os quiere. Muchos besos.
28 de abril de 2008 23:31