sábado, 9 de mayo de 2009

Etapa 10. Epílogo Camino del Salvador y Camino Primitivo

Creo que estos Caminos (Salvador y Primitivo) son especiales por muchos motivos. Quizá incluso más espectaculares que el Camino más tradicional, el Francés, sin despreciar lo más mínimo a este último.

Y creo también que no lo repetiré: demasiado duro. Aunque de aquí a un año y con una buena lobotomía, quien sabe.

Solo me queda dar las gracias primero a los amigos y compañeros bicigrinos, empezando por la última incorporación al grupo ciclista: el señor "bread & water", o sea, José Luis Paniagua, que con su sabiduría castellana ha sido un referente. Ha ido desgranando perlas constantemente. Su fino humor ha sido una maravilla. A PiterChampion, que ha estado velando por todo el grupo, como papá pitufo, aún estando tocado de la rodilla y tirando en las cuestas como solo él puede. A Juan, que no ha perdido el buen humor incluso cuando peligraba su Camino debido a un problema serio en la bicicleta y además iba dando ánimos constantemente. A Julio, que aunque sea el pitufo gruñón del grupo y a veces la máquina generadora de todos los vientos, es un placer contar con su presencia.

También a todos los que en presencia o mediante el blog, correo o teléfono han estado dando ánimos al grupo.

No quiero olvidarme de José Manuel y de Eva, a los que hice referencia en la primera etapa. Compañeros de trabajo a los que quería.

Un abrazo o un beso según a quien le toque.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Etapa 9. Domingo, 3 de mayo de 2009. Santiago a Madrid




Juan recoge a Julio para ir a por la furgoneta. Dejamos la pensión San Pelayo (no ir, no ir, no ir. Repito: no ir a esa pensión) y nos encontramos a dos peregrinos. Van a Finisterre. Nos ponen los dientes largossss. Cuatro días más y hacemos ida y vuelta. En Muxía hay unas rocas mágicas. Hay que hacerlo un año de estos.

En fin, solo nos queda ir a la misa del peregrino, a la que llegamos tarde..., a darle un abrazo al santo y pedirle por muchas personas a las que queremos. Este año me entretengo más.

Nos volvemos a Madrid en un viaje sin retenciones y con alegría por haber terminado sin incidentes y con tristeza precisamente por eso, por haberlo acabado.

Cuando llegamos a Madrid, nos espera una gran sorpresa. El resto de la familia Zugasti que no ha ido a Santiago nos ha preparado unas medallas. Nos las colocan y nos hacemos fotos. Esta familia es espectacular. Tenemos ganas de llegar a casa a descansar, que al día siguiente toca ir al curro.

Porque nos pagan, si no iba a ir la madre del topo (topota madre)

Etapa 8. Sábado 2 de mayo de 2009. De Arzúa hasta la plaza del Obradoiro en Santiago






Sólo nos quedan 38,5 km hasta Santiago. Lo dice un mojón que está enfrente del albergue Utreia, en Arzúa. Cuando nos levantamos no queda ni el gato. Todos los franceses han salido después de armar la de Dios es Cristo.

Bien, desayunamos y me dice la señora que si nos ha puesto una tapita de queso. "No". "Pues ahora os la pongo", salgo a colocar los bártulos y a decirles a los otros cuatro que tienen queso en la barra. Termino de colocar todo y al ir a por el queso, como los ratones, me han dejado el plato más pelado que la calva del Pani. "Coño, qué listos, me han dejado en blanco". "¿No has comido?, me pregunta la señora. "No". "Pues ahora te preparo a ti una tapa". Y disfruto de un tiempo de relax y de un poco del famoso queso de Arzúa. Gracias, señora.

Vamos de corto todos. "Extra, el belga se destapa", para que vean que debajo de las cinco capas de ropa habituales hay brazos y piernas.

No sabemos por qué, pero vamos cantando todo el camino. El Pani, se sabe todas las jotas segovianas y le hacemos los coros. Nos miran los peregrinos a pie y se sonríen, más si son extranjeros. Del fondo del bosque brota una voz. Miramos y un lugareño nos hace aspavientos y nos saluda y anima.

Descansamos de vez en cuando, pero tenemos ya las piernas tan hechas a subir que no nos bajamos a empujar en ninguna cuesta. Hoy Julio no se ha tomado la pastilla de la tensión y sube con todas las pulsaciones a tope.

Disfrutamos cada metro, aunque sea subiendo. Nos encontramos con unas peregrinas con las que nos hacemos fotos. Yo me entretengo con unos italianos que me hacen un par de ellas. Muy amables....

A un km del Monte do Gozo vemos a una señora mayor. Prácticamente desplomada sobre su bastón. Juan va hacia ella. El resto después. Pedro le da su botella de agua. José Luis le ofrece comida. "No, me sienta mal. Prefiero comer cuando llegue al albergue. ¿Cuánto queda?". "Un km". "Gracias". Nos vamos.

En fin, llegamos al Monte do Gozo, nos ponemos las camisetas diseñadas para la ocasión y después de hacernos fotos, nos tiramos en caída libre hasta la plaza del Obradoiro, en la que nos recibe casi toda la familia Zugasti con mucho ruido, fotos y mucho cariño.

Gracias. Gracias. Gracias.

Hacemos una comida "sencilla" de más de dos horas. Nos hospedamos en una pensión y yo me voy a la catedral. A las 19:30 ponen el botafumeiro. No lo he visto nunca y no me lo quiero perder...

Después de un paseo por la parte antigua, ducha y cambio de ropa, nos recogen a Julio, Pani y a mi para darnos un homenaje ya tradicional: Mariscada gallega. Risas y recuerdos de todos los días pasados. Un lujo....

Nos vamos a dormir y caemos en 1 minuto. No nos da tiempo a intimar con unas arañas que había en la terraza de la habitación, que deben ser antiguas y de confianza, por lo gordas que estaban.

sábado, 2 de mayo de 2009

Etapa 7. Viernes 1 de mayo de 2009. De Lugo a Arzua






Hoy ha sido una de las mejores etapas. Larga pero muy bonita. Lo primero el tiempo. Fantástico. Para ir en manga corta (los demás porque yo no me quito el sayo hasta el 40 de mayo). No hemos madrugado y nos hemos entretenido en Lugo. Viendo y sellando en la catedral.

Después ha sido un subir y bajar cuestas sin parar. El paisaje, una maravilla. Nos hemos hinchado a hacer fotos. En las bajadas y las curvas, no me fio del estado de mis frenos, y le voy dando toques, más que todo porque quiero volver a Madrid con los dientes de serie.

Hemos parado en San Román para picotear algo. Luego dirección Melide. Allí nos hemos visto con la familia de Juan y Pedro y nos hemos metido entre pecho y espalda unos pulpos. Como en el albergue oficial no nos dejaban volver más tarde de las 22:00 hemos venido a uno privado de Arzúa, que nos permite ir a cenar con la familia y volver más tarde. Nos han dejado una llave por si nos pasamos de las 00:00.

En fin, esto se acaba. Mañana nos quedan unos 40 km. para entrar en la plaza del Obradoiro con nuestras camisetas conmemorativas de este año. Casi toda la familia Zugasti estará allí con las mismas camisetas y si hubieran querido una pancarta de 2 x 4 metros, que estos son capaces de eso y mucho más.

jueves, 30 de abril de 2009

Etapa 6. Jueves, 30 de abril de 2009. De Fonsagrada a Lugo









Según nos levantamos, nos saluda la lluvia. Nos vamos lloviendo y no tenemos otra cosa que lluvia, viento en contra y temperaturas que no pasan de los 10º ni aunque empujemos el termómetro (con lo que la sensación térmica es parecida a la de Moscú, cero grados, o sea, ni frío ni calor). Como uno es optimista, se echa crema solar por la mañana, pero hoy me he debido tocar el ojo y ha empezado a picarme de tal forma que no veía a más de 20 metros de distancia. Me quito las gafas y me atiza el agua en toda la cara.

Bien, el caso es que hemos penado hasta las 15:00 que ha dejado de llover. Hemos parado en un bar para cambiarnos de camiseta, calcetines, meter periódicos en las zapatillas para quitar la humedad (estaba todo empapado) y comer algo ligero.

A partir de ahí, hemos tomado el Camino, en vez de seguir por carretera y ha sido la alegría del día porque, aparte de dejar de llover, el paisaje ha sido maravilloso. Al final hemos llegado a Lugo con un par de horas de antelación sobre los días anteriores y después de esta crónica nos vamos a poner como el quico con el pulpo local, joder, que nos lo hemos ganado.

Etapa 5. Miércoles, 29 de abril de 2009. De Pola de Allande a Fonsagrada







Madrugamos para salir sobre las 9:00 y sorpresa empezamos subiiiiiiiiiiieeeeeeeeeeeennnnndo, al Puerto de El Palo, 14 km de subida, tendida pero canalla, que se hizo más interminable cuando el viento de cara y la lluvia sobre la coronilla nos hacían penar con mayor intensidad a cada pedalada.

El cielo estaba lleno de niebla y el aire, siempre en contra, no todo va a ser bueno, cada vez más frío. Llegamos arriba después de varias paradas y de repente baja la temperatura de tal forma que empezamos como locos a ponernos ropa. En mi caso, 6 ó 7 capas. La bajada, espectacular, de casi 18 km.

En fin, como dice Pedro, "no me gusta bajar de cota, que luego hay que subir". Nos faltaba el puerto de Grandas de Salime, a continuación, de 6 km. Comemos allí porque yo ya no veía la carretera del hambre que tenía. Salimos y otra vez sorpresa, a subir de nuevo, esta vez al puerto del Acebo, de otros infames 14 km de vellón. Encima, en obras. Al final del puerto me tengo que comer un "boni" que había afanado del hotel porque el cuerpo me pedía chocolate.

Como no podía tener final feliz, antes de Fonsagrada tenemos un cuestón para subir al pueblo, no había otro sitio donde ponerlo, coño. Nos metemos en una pensión con unas habitaciones que ya quisieran tener muchos hoteles de tres estrellas. Aseo y pulpo a discrección para terminar una jornada con más picos que el serrucho del tío Mariano cuando lo sacó de la ferretería (aportación cortesía de PiterChampion).

miércoles, 29 de abril de 2009

Etapa 4. Martes, 28 de abril de 2009. De Cornellana a Pola de Allande






Entre el desayuno, recoger la colada, arreglo de bicis (a la mía hubo que cambiarle la cámara y ajustarle los frenos) salimos como unos campeones después de las 10:30. A este paso vamos a terminar llegando a los albergues de noche.

Empezamos por la carretera, pero un camión cariñoso le ha querido dar un beso a Julio, que se ha puesto de los nervios. Solo admite los de su AnaMari. Nos vamos al camino. Llegamos a Salas, para que Pedro reponga unas pastillas de los frenos y compramos unas pastas llamadas Carajitos que están cojonudas.

Bocatín para no llenarnos y salimos a las 13:30 hacia el puerto de La Espina. Como somos así de masoquistas (no es cierto, el Camino es el Camino, no la carretera), nos vamos por un pedregal lleno de barro que hace que haga más km andando y arrastrando la bici que encima de ella.


Cuando ya estamos "ansiados" de Camino, paisajes y olores llegamos a Tineo. Precioso. Son las 17:30 y todavía nos quedan más de 30 km para llegar a Pola de Allande. Los hacemos por carretera, que no hace otra cosa que subir y subir, excepto un tramo maravilloso de bajada. Llegamos a Pola con el juicio más mermado que nunca. Tanto que no hemos tenido lo que hay que tener para ir al albergue, que está 2,5 km pasado este pueblo y nos hemos quedado en un hotel de 2*, La Allandesa, que nos han tratado de cine.

Le vamos a enviar al dueño una camiseta para agradecerle todas las atenciones. Es cierto que el Camino provee y que hay muchos ángeles.

Había unas peregrinas y nos dice el dueño: "Que si le dais permiso para fumar, que está desesperada", le digo: "Si está desesperada, que se pase por aquí, que los cinco estamos en las mismas condiciones".