domingo, 8 de mayo de 2011

Etapa 4. Martes, 4 de mayo de 2011. Aparentemente de tránsito.

Torremejía-Alcuescar
Amanecemos los últimos del albergue. Los andarines, como siempre, nos preceden. Vamos a limpiar/engrasar las bicicletas porque quedaron impresentables el día anterior. Esto nos retrasa la salida y hace que nos encontremos de nuevo a la "ciborg" Rosa Poyo "veloz", que va como idem sin cabeza, a todo trapo.

Hasta Mérida no hay nada que reseñar, salvo que entre las gestiones para volver a la vida al móvil de Juan, que estaba muerto y arreglos varios en las bicicletas de Pedro y mía, se nos van dos horas o más en esa bonita ciudad. A la salida de Mérida volvemos a coincidir con el "ciborg". Ya estamos seguros que no es humana, está hecha de material reciclable.

Proserpina ya no está en obras como el año pasado y llegamos sin problemas, con calor y cuestas, pero sin problemas. Pedro tiene que hacer lo que le mandan sus genes y se baña en el pantano. Dice que se ha quedado como Dios.

Después de dejar el pantano hay que fijarse bien en la salida a la izquierda, muy mal señalada, pero estábamos sobre aviso y no nos perdemos. En Aljucén paramos a tomar algo y nos vamos a Alcuescar, no sin antes tenernos que resguardar en una gasolinera del tormentón de las 18:00 que últimamente nos pilla. Cuando amaina nos vamos al albergue de peregrinos, pero nos cierran a las 21:00, previa misa y cena. Así no nos da tiempo ni a respirar y hay que ver el partido del Madrid-Barcelona, así que nos vamos a la Casa Grande, donde nos alojan en un apartamento-casa rural-casa de pueblo, con cierto estilo.

Nos da de cenar la buena señora, casada con un asturiano, del que Pedro se ha hecho íntimo amigo ya, y con el que ha quedado en verse este verano. Al terminar la cena nos topamos en el patio de la casa con dos italianas que habían cenado al lado nuestro y que están haciendo un reportaje para la radio italiana sobre la Vía de la Plata.

Nos quedamos a bromear y nos perdemos el partido. Cuando se marchan, hacemos lo mismo, tomamos algo en un bar donde se pasan por el forro la ley antitabaco y para la cama que hoy han caído más de 70 km. y estamos un poco perjudicados.


 

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