lunes, 5 de mayo de 2008

Epílogo. Domingo, 4 de mayo de 2008. Santiago-Madrid






Hemos quedado a las 10:00 para desayunar y me despierto a las 8:00. ¡Mala suerte!. En fin, aprovecho para levantarme, aseo, recogida y salida a hacer fotos.

Llego al salón y están las motos GP corriendo, así que me quedo mientras los demás levantan el ala. Aparece el resto de la tropa y nos vamos a desayunar.

Nos vamos a la Catedral, a la misa del peregrino, que es a las 12:00. Le damos un achuchón al santo y al cabo de un rato nos vamos a deambular por Santiago, a hacer las últimas compras y darle el último tiento a un pulpo y a unas empanadas. Salimos sobre las 14:15 con dirección a Madrid, con más miedo que vergüenza, por la posible caravana.

Después de comer y otra parada para el café, llegamos a Madrid sin un incidente y ¡sin caravana!. No entiendo como Juan ha tirado sin dormir. Yo he sido incapaz. Julio, que llevaba las bicis iba un poco atrás y también ha aguantado el viaje como un hacha. Aquí hay algo que no me han contado. Seguro que se toman la pastilla azul o la roja por las mañanas y yo no lo sabía.

Estamos cansados pero muy contentos. Han sido 9 días de no parar de reir y de mucho esfuerzo, y vale la pena, para el que se lo esté pensando, pero para mi tendrán que pasar al menos 12 meses para que la pérdida neuronal me haga olvidar lo hecho polvo que estoy...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este fin de semana hemos de quedar para aprovechar la inercia y seguir cogiendo forma par lo que venga en el futuro.
Ánimo, el sábado o el domingo un poquito de bici sin maletas, sin cuestas de vertigo, sin fríos de espanto… y con una cervecita al final del trayecto.
Y así semana tras semana hasta llegar donde te propongas.
PiterChampion

Luis Enrique dijo...

Cuenta conmigo, que ya van relajándose las patas de palo...

Mamá pata y patitos dijo...

¿Qué pasa este año? ¿no hay comentarios de los preparativos?
¿no hay ilusión? ..... me tienes muy preocupada