Empieza la mañana bien. De momento un madrugón a las 9:30. Buen tiempo. Desayuno a la carta y un ratito de internet. Salimos los últimos, como no. Se van antes hasta los dueños del albergue-casa rural.
En 20 km llegamos a Melide. Coincidimos con unos catalanes que nos dicen que entremos a un sitio a comer pulpo. Hacía ya 5 minutos que no parábamos, así que, nos pimplamos 3 raciones de pulpo y unas cervezas.
Yo en estas condiciones no puedo. Me están matando estos dos. Salimos y en menos de 300 metros ya hemos parado dos veces. Encontramos a unos paisanos de LanaMari y nos paramos a charlar y a hacer fotos.
Nos vamos hasta Arzúa. Zumo de naranja, tapitas de queso, cervezas y mejillones en el albergue de la entrada. No llega a 8 euros. Ya en ese momento estaba ko, así que todo lo demás era ir a rastras y Juan y Julio esperando cada km. Los 70 km del día anterior han sido fulminantes. No lo ha remediado ni las 8 horas roncando a pata suelta. No he oído en toda la noche a Juan.
Un poco antes del Monte do Gozo, Julio se tira encima de un trozo de césped, yo a continuación. Llega una peregrina pidiendo almax y yo le digo que necesito un boca a boca. Seguimos hasta Santiago.
Nos cruzamos dos o tres veces con los paisanos de Miajadas. Ellos van sin peso, pero nosotros vamos los últimos 30 km por carretera y llegamos antes que ellos a los cruces. Al grito suyo de "¿Como lo hacéeeeis?", nosotros les decimos que se entretienen en subir a los árboles, que son unos tullidos y que qué vergüenza, encima que no llevan peso...
Nos ponemos las camisetas conmemorativas para entrar en la plaza del Obradoiro pitando y nos reciben con gran alboroto las familias de Julio y Juan, y los del pueblo de LanaMari, que habían llegado antes.
Montamos las bicis encima del coche de Julio y nos vamos al pazo de Xan Xordo. ¡Qué lujo!. Para celebrar que hemos llegado sanos y salvos nos apretamos una mariscada que nos hace subir el ácido úrico hasta los límites máximos permitidos...
En 20 km llegamos a Melide. Coincidimos con unos catalanes que nos dicen que entremos a un sitio a comer pulpo. Hacía ya 5 minutos que no parábamos, así que, nos pimplamos 3 raciones de pulpo y unas cervezas.
Yo en estas condiciones no puedo. Me están matando estos dos. Salimos y en menos de 300 metros ya hemos parado dos veces. Encontramos a unos paisanos de LanaMari y nos paramos a charlar y a hacer fotos.
Nos vamos hasta Arzúa. Zumo de naranja, tapitas de queso, cervezas y mejillones en el albergue de la entrada. No llega a 8 euros. Ya en ese momento estaba ko, así que todo lo demás era ir a rastras y Juan y Julio esperando cada km. Los 70 km del día anterior han sido fulminantes. No lo ha remediado ni las 8 horas roncando a pata suelta. No he oído en toda la noche a Juan.
Un poco antes del Monte do Gozo, Julio se tira encima de un trozo de césped, yo a continuación. Llega una peregrina pidiendo almax y yo le digo que necesito un boca a boca. Seguimos hasta Santiago.
Nos cruzamos dos o tres veces con los paisanos de Miajadas. Ellos van sin peso, pero nosotros vamos los últimos 30 km por carretera y llegamos antes que ellos a los cruces. Al grito suyo de "¿Como lo hacéeeeis?", nosotros les decimos que se entretienen en subir a los árboles, que son unos tullidos y que qué vergüenza, encima que no llevan peso...
Nos ponemos las camisetas conmemorativas para entrar en la plaza del Obradoiro pitando y nos reciben con gran alboroto las familias de Julio y Juan, y los del pueblo de LanaMari, que habían llegado antes.
Montamos las bicis encima del coche de Julio y nos vamos al pazo de Xan Xordo. ¡Qué lujo!. Para celebrar que hemos llegado sanos y salvos nos apretamos una mariscada que nos hace subir el ácido úrico hasta los límites máximos permitidos...
2 comentarios:
Son las 11 de la noche y recostado en mi cómoda cama, al lado de mi señora, que anda navegando por vuestros blogs, compruebo que el comentario que hice a media tarde, no fué sobre la narración del último día, sino la del penúltimo, por lo que ruego seas tan amable de echarle un vistazo y comprobar mi respeto y admiración por el que ha dejado de ser el "truchón" para convertirse en el "Capitán Pescanova".
Enhorabuena. El que desde ahora se meta contigo en mi presencia, se expone a recibir un severo correctivo, cuando menos verbal sino físico.¡¡¡¡¡Qué tengan cuidado!!! Este señor merece un respeto.
Un abrazo. PiterChampion.
Muchas gracias PiterChampion, ánimos como los que nos has dado a lo largo del Camino han dado sus frutos. Y por extensión, gracias a todos los demás que han seguido nuestros tres blogs y nos han puesto los comentarios que han creído oportunos.
Saludos desde la cama, con las piernas en alto a ver si recuperan el tono muscular...
Publicar un comentario