Sant Jean Pied-de-Port a Roncesvalles (26 Km. aprox.)
Salimos de Sant Jean a las 9:30. Con el ímpetu de la salida, nos confundimos de carretera y hacemos 8 km gratis, hasta que preguntamos a un paisano que nos dice que demos la vuelta o acabamos en Perpiñan.
Volvemos a Sant Jean y mis compañeros se empeñan en ir por una rampa imposible. Mientras suben, yo pregunto. Cuando están destrozados arriba les digo que bajen, que es por otro sitio, que por ese camino se va por la montaña (desnivel de 1400 m) y para las bicis es mortal. Salimos, por fin por la carretera buena, hacia la frontera.
Caminamos tranquilos porque detrás de la frontera la subida tiene un desnivel de 800 m hasta el puerto de Ibañeta (1057 m). La mitad del trayecto en bici y la otra mitad andando. No hay un dios que suba esto ni con isostar en polvo ni con barritas energéticas.
Al coronar Ibañeta nos ponemos a enviar mensajes como locos. Casi no nos lo creemos. Los siguientes 2 km aprox. hasta Roncesvalles son de bajada bestial. Llegamos, comemos y nos alojamos en el albergue (muy bueno). A las 18:00, como es tradición oímos la misa del peregrino, cantada. Cenamos y a la cama. Una de las austriacas (dormimos nosotros tres, dos austriacas y un alemán) tiene un ataque de risa. Mis gayumbos están secándose en las dos contraventanas de madera y quiere abrirlas para que entre aire en la habitación por la noche.
Los quito y dejo las contraventanas como un árbol de navidad, lleno de ropa en las dos hojas por separado.
Volvemos a Sant Jean y mis compañeros se empeñan en ir por una rampa imposible. Mientras suben, yo pregunto. Cuando están destrozados arriba les digo que bajen, que es por otro sitio, que por ese camino se va por la montaña (desnivel de 1400 m) y para las bicis es mortal. Salimos, por fin por la carretera buena, hacia la frontera.
Caminamos tranquilos porque detrás de la frontera la subida tiene un desnivel de 800 m hasta el puerto de Ibañeta (1057 m). La mitad del trayecto en bici y la otra mitad andando. No hay un dios que suba esto ni con isostar en polvo ni con barritas energéticas.
Al coronar Ibañeta nos ponemos a enviar mensajes como locos. Casi no nos lo creemos. Los siguientes 2 km aprox. hasta Roncesvalles son de bajada bestial. Llegamos, comemos y nos alojamos en el albergue (muy bueno). A las 18:00, como es tradición oímos la misa del peregrino, cantada. Cenamos y a la cama. Una de las austriacas (dormimos nosotros tres, dos austriacas y un alemán) tiene un ataque de risa. Mis gayumbos están secándose en las dos contraventanas de madera y quiere abrirlas para que entre aire en la habitación por la noche.
Los quito y dejo las contraventanas como un árbol de navidad, lleno de ropa en las dos hojas por separado.
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