Melide a Monte do Gozo
A la salida de Melide encuentro abierta la iglesia de Santa María de Melide, que tiene unos frescos impresionantes. Está abierta y paso a verlos. Es cierto, son una maravilla.
Más adelante veo a dos granadinos con los que estuve hablando por la noche. Según me acerco a ellos, el más delgado, ahueca el ala y suelta un pedo con trompetilla. Al verme llegar, me dice, perdona tío, es que me acabo de tomar un café y me está haciendo efecto... No importa, estamos en el campo, le digo.
Como voy bien de tiempo, me quedo a charlar con el otro "granaino". Le digo que como los moros hagan de la Alhambra un centro de peregrinación vamos dados. Me dice que está negro, que como aprueben el culto islámico en la mezquita de Córdoba, va a haber más que palabras.
Me despido al cabo de 15 ó 20 minutos de charla y sigo hasta que son las dos. A esa hora no hay nada cerca del camino y me tengo que salir unos 700 m cuesta arriba a un restaurante de la carretera. No hay menú por ser fin de semana, así que una parrillada mixta con ensalada y patatas fritas. Primero me traen una bandeja de carne que estaba bien surtida, pero al poco vienen con chorizo y luego con otro tipo de carne. No puedo con todo, voy a reventar.
Sigo y a unos km pregunto a unos señores cuanto me queda para el Monte do Gozo. 4 km, pero sólo dos subidas, me dicen. ¡Me cago en todos los lunes del año!, pero subidas hay más de dos y cuando ya no doy más de mi, me bajo y andando que es gerundio.
Llego al Monte do Gozo sobre las 16:30 y me atiende un hospitalero muy majo, al contrario que el albergue, que es cutre como él solo. Los servicios no han visto la lejía en lustros y el microondas de la cocina tuvo un incendio en el siglo XVIII. Parece mentira que sea la entrada a Santiago.
Me ubico, ducha y demás y me voy en autobús a Santiago a que me den la Compostelana, a preguntar horarios, precios y modo de transporte y a callejear un poco.
Al llegar estaba tan cansado que no me ha dado el "celebro" ni para emocionarme, pero Santiago si lo ha hecho y ha estado llorando toda la noche.
Más adelante veo a dos granadinos con los que estuve hablando por la noche. Según me acerco a ellos, el más delgado, ahueca el ala y suelta un pedo con trompetilla. Al verme llegar, me dice, perdona tío, es que me acabo de tomar un café y me está haciendo efecto... No importa, estamos en el campo, le digo.
Como voy bien de tiempo, me quedo a charlar con el otro "granaino". Le digo que como los moros hagan de la Alhambra un centro de peregrinación vamos dados. Me dice que está negro, que como aprueben el culto islámico en la mezquita de Córdoba, va a haber más que palabras.
Me despido al cabo de 15 ó 20 minutos de charla y sigo hasta que son las dos. A esa hora no hay nada cerca del camino y me tengo que salir unos 700 m cuesta arriba a un restaurante de la carretera. No hay menú por ser fin de semana, así que una parrillada mixta con ensalada y patatas fritas. Primero me traen una bandeja de carne que estaba bien surtida, pero al poco vienen con chorizo y luego con otro tipo de carne. No puedo con todo, voy a reventar.
Sigo y a unos km pregunto a unos señores cuanto me queda para el Monte do Gozo. 4 km, pero sólo dos subidas, me dicen. ¡Me cago en todos los lunes del año!, pero subidas hay más de dos y cuando ya no doy más de mi, me bajo y andando que es gerundio.
Llego al Monte do Gozo sobre las 16:30 y me atiende un hospitalero muy majo, al contrario que el albergue, que es cutre como él solo. Los servicios no han visto la lejía en lustros y el microondas de la cocina tuvo un incendio en el siglo XVIII. Parece mentira que sea la entrada a Santiago.
Me ubico, ducha y demás y me voy en autobús a Santiago a que me den la Compostelana, a preguntar horarios, precios y modo de transporte y a callejear un poco.
Al llegar estaba tan cansado que no me ha dado el "celebro" ni para emocionarme, pero Santiago si lo ha hecho y ha estado llorando toda la noche.
2 comentarios:
Entre las boñigas de vaca y los torpedos humanos en cuanto que entres por madrid te vamos a poner en cuarentena.
Bueno me has dado tanta envidia que creo que voy a tener que ponerme a hacer el camino, aunque esta vez desde Roncesvalles y en bici...Enhorabuna Mr. BiciMan!!
En la cafetería de ICM van a poner un cocido maragato el miércoles en tu honor!!
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