sábado, 15 de octubre de 2011

Etapa 9. Viernes 7 de octubre de 2011. Olveiroa - Finisterre

Después de cantarles durante toda la noche, a las parejas de portugueses con los que hemos compartido techo el lp completo, por ambas caras, el cd de "Los sonidos del silencio", nos levantamos a las 8:30, como unos señores, que hoy tenemos una etapa corta y es la última.

Los portugueses se fueron cuando todavía era noche cerrada. Quizá por no cometer un asesinato en el extranjero, que queda un poco feo.

Desayunamos tranquilamente y lo que parecía cansancio al levantarnos, no hace mella. El tiempo y el paisaje simplemente ESPECTACULARES. 

Además, el saber que es una etapa de unos 40 km hace que la cabeza funcione mejor. Hay subidas leves y bajadas interesantes. Las disfrutamos a tope. Mucha gente, casi en romería. Algunos incluso de vuelta. Llega la costa y todavía el paisaje es más bonito. Hacemos fotos y alguna enviamos por correo al momento. Ventajas que tiene la técnica actual.

Lleganos a Finisterre sobre las 14:00 pero hay que subir al faro. Nos quedan 3,5 km de subida. Los hacemis mientras un espontáneo, al ver el esfuerzo, cargados como íbamos, nos aplaude en un tramo.

Llegamos juntos arriba, aunque el Sr. Paniagua está más fuerte, pero decide esperarme. Nos abrazamos. Hemos llegado. Fotografías varias y volvemos, que hay que buscar alojamiento, comer, ducharse, descansar, ir a por la Finisterrana y cenar.

Nos alojamos en una pensión-albergue muy recomendable: Finistellae. Comida en el puerto y cena en O Centolo, enfrente del albergue municipal, en donde hablamos con el dueño, bueno, pareja de la dueña, de lo divino y de lo humano y de la carta de vinos. Sitio también muy recomendable. Sabe un "guevo" de Alvariños.

Ahora solo queda ver a Pedro y a Yolanda que han sido tan amables de conciliar trabajo-ocio con empresa de transporte y son los que nos van a devolver a la rutina madrileña.
Gracias. Un abrazo para ellos y para todos los que no nos han podido acompañar esta vez, que seguro que les hubiera gustado. Y a Carlitos en especial para que se mejore pronto.


Etapa 8 Jueves, 6 de octubre de 2011. Santiago de Compostela - Olveiroa

Es un poco extraño, porque habiendo llegado a Santiago, aún nos quedan dos etapas. El albergue de San Lázaro es muy recomendable, nos vamos, no muy pronto... 

Pasamos por la plaza del Obradoiro y salimos por la calle que sale al lado del hostal Reyes Católicos.

Enseguida se sale a un bosque. Hay niebla y algo (retomo el correo por la mañana porque me quedé tieso ayer antes del paréntesis) de frío pero se camina bien.

El día no puede ser mejor, no hace calor, el cielo semicubierto, bosques y más bosques. El único inconveniente, por poner uno es que nos hemos tenido que bajar a empujar 20 ó 25 veces. Eso nos ha agotado. Hemos parado a comer un bocata y hemos charlado un buen rato con una irlandesa muy simpática que lleva un mes caminando. Nos hacemos fotos y nos despedimos. Luego hemos aguantado a base de acuarius y chocolate.

Para colmo no había alojamiento en Olveiroa y hemos tenido que retroceder para poder dormir bajo techo.
 
Bien,  porque  el pestazo a vaca del pueblo entero era casi insoportable y aquí hemos estado muy bien, a solo 1,6 km. Están en pleno riego de campos con abonos. Eso no se arregla ni lloviendo Chanel nº 5 durante dos meses.


Comentario de Mamá Pata y patitos
... Se debe hacer muy raro tocar pared en Santiago y continuar cuando habeis terminado ya tantas veces (que ya van unas cuantas)  el camino allí.
 
Espero que cuando llegueis a Finisterre no quemeis las bicis ... solamente las zapatillas ...
 
 
¡¡¡Seguís siendo unos campeones!!! ... Enhorabuena y besos

Etapa 7. Miércoles, 5 de octubre de 2011. Sobrado Dos Monxes - Santiago de Compostela

Ayer por la noche, después de cenar, vimos que abrían a las 8:30, para desayunar, así que especulábamos con la mejor hora para poner el despertador. Las 7:45 parecía buena hora. A las 22:00 viene kurosaba, el monje japo (no soy japo, soy coreano, puso en el libro de visitas, pero podía pasar por japo). Buenas noches, good night, mañana a las 7:30 gran fiesta. Apaga y se va. 

Un rato después, cuando estábamos en el mejor sueño: Buenos días, good morning, son las 7, a las 7:30 empieza la misa...

El Sr. Paniagua dice, ¡la madre que le pario, no me levanato hasta que no me traigan a la cama el café y los churros!. ¡Y qué coño hacemos a estas horas los ciclistas si no se ve y no hay nada abierto....la madre que le parió al japo!

Joder, dice un ciclista gallego, y ¿dónde está la fiesta?. ¡Nos han engañado!.

Me dice el Sr. Paniagua, vete al otro baño, que aquella alemana te quiere apedrear del concierto que has dado esta noche.

La alemana, como venganza nos deja la puerta abierta y como el japo nos puso de maeses porteros pasa un frío del carajo.

Total que salimos antes de las 8:00 con idea de que todo estuviera cerrado. Afortunadamente a la salida del monasterio nos estaban esperando dos croasanes familiares y sendos cafés.
 
Nos vamos. Hace frío porque hay una niebla densa que nos cala los huesos.

Tiramos hacia Santa Irene, como estaba previsto. Buen firme, alguna subida ligera y buen ritmo.
 
A las 11:30 habíamos hecho más de media etapa y casi habíamos llegado a enlazar con el camino francés.
 
Luego, con el calor y el cansancio acumulado, se nos ha hecho más lento y tedioso.
 
Paramos para comer un bocata y llegamos a Santiago antes de las 15:00, lo cual nos permite lavar, descansar, ir a por la Compostela....
 
Estamos cansados y con la sensación rara porque hemos llegado pero aún nos faltan dos etapas.

Comentario del Sr. Fernández Pastor


¡Corre, Forrest, corre!

Etapa 6. Martes, 4 de octubre de 2011. Gontán - Monasterio de Sobrado Dos Monxes

Después de facturar a Carlos y a su bicicleta para Madrid pensamos en rehacer las etapas. Desde Abadín hasta Sobrado dos Monxes hay más de 80 km y andamos justos de fuerzas después de las subidas de los días previos y del calor.

Decidimos madrugar y nos sorprende mucho dejar a todos los andarines en la cama. Solo hay otra pareja de portugueses que se atreven. No se ve. Vamos a desayunar y a las 8:20 empezamos la ruta, con las primeras luces.


Hasta Villalba por carretera. Al pasar por encima de los ríos la humedad nos cala. Vemos varios cementerios neo-góticos. Pasanos por camino, carretera, bosques de eucaliptos, castañares, robles...


Paramos en Bahamonde. El albergue espectacular. Nos recomiendan, y recomendamos, el bar "A rotonda". Pedimos tortilla. Lástima, no hay. Bueno lomo con tomate. Bueno, pues el paisano nos viene con un bocata con 6 pisos de lomo y otros 6 de tomate. 


Dice el Sr. Paniagua que si llega a hacer tortillas francesas tiene a las gallinas haciendo horas extra para tener huevos suficientes. 

Los dos bocatas y tres botes, 8,60 €. Alucinante.
 

Total, que con semejante artillería nos presentamos en Sobrado dos Monxes a las 18:30 más o menos,después de pimplarnos 83 km, los últimos 10 ya tocados.
 

Nos alojamos en el monasterio, tras las indicaciones de un fraile japo, que luego resulta que es coreano.

Comentario del Sr. Fernández Pastor

¡Estáis fuertes como el Coloso de Rodas! Nada os detiene. Seguid asín... 

Etapa 5. Lunes, 3 de octubre de 2011. Lourenzá - Gontán (Abadin)

Hemos madrugado en Lourenzá. A las 7:30 estábamos arriba para intentar no pasarlas demasiado canutas uniendo subida+calor. 

El paisaje de Lugo ya lo conocemos del Camino Primitivo. Por aquí también es espectacular y para que así sea es a base de siempre lo mismo: por cada 10 segundos de bajada, 10 minutos de subida. 


En un pueblo de 13 habitantes, una señora nos ha llenado los tanques y nos ha indicado la ruta.
 

Lástima, en menos de 10 km, en Gontán, bajando, Carlos se ha encontrado con un mosquito de Bilbao. 

Resultado: clavícula rota, bici camino de Madrid por MRW, y él por tren, autobús o avión, lo que más cuadre. Del bicho no os puedo dar referencias. Estará celebrándolo con los colegas presumiendo de haberse cargado a un ciclista.

Ya le he dicho a Carlos que el insecto estaba contratado. Era muy humillante que un primerizo nos sacase 20 cuerpos en cada cuesta.
 


Nos quedamos en el albergue, que está muy bien, primero esperando noticias y luego confirmando lo que indico más arriba. Carlos estaba disfrutando.... qué se le va a hacer. Al Camino hay que venir con la idea de tener que volver al siguiente día por cualquier cosa. Habrá otras oportunidades. Seguro.

Está claro que el Sr. Paniagua y yo empezamos o acabamos los caminos en pareja....

Comentario del Sr. Chapas
 
Pero bueno, ese hoooooombre, que se ha roto para siempre! ¿No quedamos en que cuidabais de Carlos como si fuera un hijo? ¡Qué digo un hijo, una hija adolescente que va a su primer baile! Maldita sea.

Tengan Uds. sumo cuidado en las etapas restantes, que ya hemos preparado el viaje para ir a buscarles y no queremos renunciar al paseo.

Abrazos.

Pedro

Comentario de la Sra. Martín Cordero


¡¡¡no sabeis la envidia que me dais!!! aunque solo hace 2 meses que estuvimos por allí ... ¡¡¡se me hace eternos!!!
 
... y debeis decir la verdad ... ¡¡empujasteis a Carlos para quedaros solos!!!!
 
Besos y que no sufrais mucho (aunque parece que el sufrimiento se os olvida en cuanto os tomais una cervecita)

Etapa 4. Domingo, 2 de octubre de 2011. Tapia de Casariego - Lourenzá

Como la noche en Tapia ha sido de pensión y la etapa va a ser de menos de 50 km (me paaaarto, parecía fácil) retrasamos la salida media hora, como unos reyes. 

El día ya es caluroso cuando salimos. Preguntamos a un ciclista de 76 años como salir. Nos vamos a dar otro lujo: ir por el GR-9 en vez de la ruta oficial para bordear playas y acantilados que nos obligan a hacer más km. Pero que merecen la pena por la belleza de los paisajes. Total que tardamos más de 2 h en hacer 11 km. que nos separan de Ribadeo. 

Vamos... ¡como para hacer etapas de 100 km!

Tomamos una Estrella con tapa de callos y empezamos a subir cuestas hasta un punto maravilloso, no sé donde, en el que aparece el bar Casa Dapena. Son las 14 h. A la izquierda el bar, a la derecha una cuesta sin fin. Nos quedamos a comer.

De primero fabes, el clásico. De segundo hay lengua. Han dejado mudas a todas las vacas de Lugo. Qué animalitos poniendo de comer.
 
A las 16 h nos vamos. La primera idea es tirarnos en un prado, pero no podemos poruque no hay tiempo. Hay 50 grados a la sombra y aquí patentaron solo cuestas arriba para penar y cuestas abajo para frenar. 

Al final de una de ellas, de las de empujar, en la iglesia del Carmen, hay un grifo de agua fresca. La de los botes sirve para echárnosla por la cabeza.

Seguimos para bingo y llegamos al albergue de Gondan. Afortunadamente el Sr. Paniagua tiene que deponer su actitud y nos permite tumbarnos encima de un banco de piedra. 

Estamos agotados por el calor. Seguimos. Desde aquí nos quedan 15 km a Mondoñedo y 7 a Lourenzá. Son las 18:40 y nos tiramos más de 20 m. Empujando por una pendiente inmisericorde. 

Decidido, nos quedamos en Lourenzá. No nos da más de sí la pelota.
 
Nos alojamos, aseamos...Además están de fiestas y las acabamos de aprovechar oyendo a una super orquesta de gaiteros en la iglesia-monasterio del pueblo y degustando una de pulpo y una de lacón con unas Estrellitas. No se puede pedir más.


Comentario del Sr. Chapas

Mis admirados y sufridos bicigrinos.

Observo con alborozo que vais cogiendo las formas (la física de poder con las cuestas y la otra física de poneros orondos). No os acomplejéis por nada, seguid así, que tiempo de arrepentiros, si es que fuere necasario ya tendréis a la vuelta a casa.

Hemos hablado hoy con Jaime que nos ha confirmado que el calor reinante en Asturias se está irradiando hacia el norte, con lo que ellos lo han notado en Londres, donde han subido las temperaturas hasta los 35º. Lejos todavía de las que vosotros soportáis con tanta entereza, pero igualmente sorprendentes en esta época del año.

De todas formas, por la experiencia acumulada, casi me atrevería a decir que preferís sudar un poco las grasas de las lorzas que no sufrir la criogenización de vuestros cuerpos por el frío y la lluvia. Eso ya lo hemos pasado también y preferimos pedir muerte, qué duda cabe.

Tomad instantáneas en cuanto os sea posible, incluso cuando no lo sea. Ensayad a meter la mano en el bolsillo para sacar el teléfono y tomar la foto sobre la marcha, que las de "autor y exposición" tendrán que ser cuando os motiven los encuadres y en esos instantes no tengo nada que oponer, más bien disfrutar cuando tengamos la oportunidad de ver las imágenes en unos días.

Ánimo, que superado Tapia ya es todo cuesta abajo hasta Santiago.

Abrazos,

PiterChapas


Etapa 3. Sábado, 1 de octubre de 2011. Cadavedo - Tapia de Casariego

Salimos de Cadavedo con la sana intención de desayunar en algún sitio, pero tardanos en encontrar el único bar que hasta el momento nos ha sableado, antes de Luarca, a la que accedemos por escaleras. 

Muy bonita y muy empinada esta población. Nos tomamos unos productos típicos en la plaza, que está llena de tenderetes. 

La salida es de echar el "bofe". No hay mucho que decir de esta etapa, salvo que en la pensión Cantábrico de Navia se come como Dios. No nos podemos resistir a un menú de Fabes y de merluza a la plancha. Conversamos con un hospitalero que nos cuenta sus batallas y nos dice que algún marine de Cantalapiedra hace 160 km por etapa. No sabemos si es marine o de Cantalapiedra, pero parece que se ha pasado un poco...

Seguimos un buen tramo por carretera, de vez en cuando volvemos al camino.... Tiempo excepcional, quizá mucho calor, pero es la tónica de estos días. 

Llegamos a Tapia de Casariego por una playa muy bonita en la que está el albergue. Cerrado. Nos aconsejan una pensión, sin nombre, como los vinos sin etiqueta, en la que tenemos todo tipo de comodidades.

Salimos al puerto, pero no cenamos en "La Marina", que es donde nos había aconsejado Juan, sino en otro ubicado más arriba, que no ha estado nada mal.

Precioso sitio...

Etapa 2. Viernes, 30 de septiembre de 2011. Avilés - Cadavedo

Avilés nos despide después de un desayuno con bollo casero y vuelta por el casco antiguo. Con un poco de lío llegamos a Salinas, cuna de los Grandes. 

Llamamos a Yolanda para decirle que estamos en ese pedazo de playón de su pueblo. La gente pasea o se mete al agua con las tablas...

Llegamos a Muros de Nalón y nos indica un labriego como seguir. Comemos unos bocatas y una de fabes a compartir en la playa de la Concha de Artedo, Bar-Pensión San Miguel. 

La playa es para estar allí todo el día, que si una de navajas, que si otra de chopitos, que si un cubata... Así sin parar, pero tenemos que marcharnos, empujando, por cierto. El paisaje es típico asturiano. 

Juan nos recomienda ver la playa del Silencio y Carlos no lo puede dejar pasar. Se baja, se despelota y al agua. No es por no bañarnos, es por no bajar a la playa que está en la planta -20, así que nos quedamos contemplando el paisaje y esperando.

Llegamos a Cadavedo, vemos el cutre-albergue y decidimos quedarnos porque  tenemos una habitación para nosotros solos y parece que la fauna local no se mueve mucho. Luego no sería así.
 
Nos vamos a cenar al bar El Casino, después de que un parroquiano del bar donde nos metemos primero nos indique, ya que la siesa de la tabernera no nos hace ni un bocadillo.

El menú lo completamos con un antojo: patatas al cabrales. Nos avisa la niña que nos sirve..."no os vais a comer el menú, vosotros veréis".

Cuando nos trae el primero nos quedamos ojipláticos. Al llevarse más de la mitad le digo al camarero si con lo que nos ha sobrado dan de comer al día siguiente a todo el colegio. Se medio ofende y dice que el cliente paga y tiene que quedar satisfecho. Vale, pero si ya con el primero salimos rodando, nos da miedo qué parte del brontosaurio va traer de segundo. 

Efectivanente, sobre una capa de kilo y medio de patatas, un filete que lo cubre todo, y para Carlos, le han quitado la cabeza y el rabo al bicho y junto con una tonelada de garbanzos pretenden que se coma esos callos. 

De aquí teníamos que ir a cortar árboles con las manos, para bajar semejante menú, pero preferimos roncar junto a las arañas.

Alguna se pone cariñosa con Carlos y se levanta con varios picotazos y tan contento.


Etapa 1. Jueves 29 de septiembre de 2011. Gijón - Avilés.

El viaje de ida desde Madrid se hace cómodo. Salimos por la mañana. La furgoneta, perfecta. Caben hasta 6 personas y 4 bicicletas y se conduce como un turismo. Damos alguna vuelta por Gijón para dar con el aparcamiento. Lo bueno es que la salida hacia Avilés con las bicicletas ha sido fácil. Hemos decidido hacer una mini-etapa de 26 km. para empezar mañana en Avilés.

Nos encontramos con una señal que pone: recto para bicis, a la izquierda para ciclotalibanes. 


Tiramos a la izquierda. Cuando estamos a punto del soponcio por la cuesta aparece una señora ofreciéndonos agua. Bendita sea. Más adelante nos desviamos 1 km pata ver el dólmen de San Pablo, Santo Tomás... o de algún santo: 4 piedras.

Acabábamos de dejar Gijón por una salida bastante fea y ahora estábamos disfrutando de un paisaje precioso y con una luz....

Más adelante sin pena ni gloria llegamos a Avilés y nos alojamos en el albergue, de 5 categoría, pero en el que afortunadamente hay poca gente.

El día termina con un tapeo en el casco antiguo de Aviles, en "la araña". Sitio al que hay que volver recursivamente aunque sea con el pensamiento.

Comentario del Sr. Fernández Pastor


Que aproveche, Majestad, que los esfuerzos nos juegan malas pasadas en forma de desfallecimiento o pájara (Que de esas ya conoce alguna).

Descanse y reposen que se lo tienen bien merecido.

Permítame un licencia: ¡Qué puta envidia cochina me están dando ustedes!
Un abrazo y Buen Camino.


domingo, 8 de mayo de 2011

Etapa 8. Sábado, 7 de mayo de 2011. Fin de campaña y bonita ruta.

Fuenterroble de Salvatierra-Salamanca

Hace un viento frío polar. En el pueblo no ha abierto un solo bar y mientras decidimos si atacamos al Pico Dueñas sin desayunar, nos dicen los ciclistas con los que volvemos a topar que ha abierto la tienda del pueblo.

Compramos un Cacaolat de litro, unas magdalenas y unas empanadas y comemos algo. El frío hace que nos pongamos más ropa, salvo en las piernas, que no son del cuerpo.

Tiramos hacia el Pico Dueñas. Llegamos los segundos. Cuando llegan los de Mérida, intentan ir por el camino alternativo. Juan empieza a decirles "¡medio hoooombres, sois medio hooooombres!". Para rematar la faena, les digo, a lo Leo Harlem, "¡No hay güevos!" (yo, el que peor bici tiene para este terreno). 

Total que se dan la vuelta y empiezan a subir por la parte mala.

Nosotros les seguimos. Justo antes de coronar, la pendiente y la cantidad de piedras nos hacen echar el pie a tierra y practicar la técnica del "empujing". Arriba hace un viento del carajo, por eso será que hay un cerro de molinos de viento. Hacemos fotos y nos vamos a San Pedro de Rozados a comer algo y reponer fuerzas.

Allí volvemos a coincidir con la mitad de los ciclistas de España y compartimos experiencias y bocatas. Desde San Pedro a Salamanca quedan 22 km., una meadita en el océano, y encima cuesta abajo, casi todo.

Allí nos presentamos sobre las 14:30 y nos vamos al hotel que habíamos reservado más sucios que el palo de un gallinero, justo cuando llegaban a la celebración de una boda y dos comuniones lo más emperifollado de Salamanca. No sabemos si apuntarnos de parte de la novia a  la comilona, pero con estas pintas ¡adonde vamos!.

Visita a la ciudad después de recomponerlos y cena en la Taberna Celta, que nos tratan de cine (invitan a cenar a un peregrino) y nos pone más comida de la que somos capaces de trajinar.

Contentos como unas castañuelas, nos retiramos a nuestros aposentos, que mañana domingo nos venimos pa'l pueblo.

Se fini.





Etapa 7. Viernes, 6 de mayo de 2011. Otro etapón.

Oliva de Plasencia-Fuenterroble de Salvatierra

Al ser otro albergue turístico hay que prepararse el desayuno, más o menos, porque algo dejan hecho, como el café. Está hecho todo un poco desastre con la salida de los andarines, que lo han dejado todo de aquella manera.

Juan y yo nos vamos hacia el Arco de Cáparra, pasando por un camino cercado, con acceso a fincas inmensas llenas de toros.

En el Arco coincidimos de nuevo con los ciclistas con los que nos vamos entrecruzando constantemente. Nos hacemos fotos y nos vamos hacia Aldeanueva, donde nos apretamos un bocata a medias y unas latas de coca. No llevamos encima nada más que 9 euros y no hay cajeros. En algunos sitios no admiten tarjetas. 

El siguiente destino es Calzada de Béjar, que tiene una buena rampa para llegar al pueblo. El capital no nos da salvo para un café, que tomamos en este pueblo, aparte de sellar la credencial en el albergue Alba-Soraya, nombre de las dos hijas de Manuela, que lo regenta.

Seguimos por un bonito paisaje, no exento de cuestas hasta Fuenterroble, donde nos hospedamos en una casa rural. Ya han llegado las familias de Juan y Pedro y pasaremos el fin de semana con ellos.

Cenamos en Guijuelo, que tiene un jamón malo, malo, malo...



Etapa 6. Jueves 5 de mayo de 2011. Otra baja

Embalse de Alcántara-Oliva de Plasencia

Ha salido hasta el tato del albergue. No nos han dejado ni una taza limpia. Como corresponde a este albergue de diseño, fregamos las tazas, platos y cubiertos con gel de ducha. Preparamos el desayuno con lo poco que nos habían dejado. Cerramos el albergue y echamos la llave al buzón.
Paisaje duro al principio. Los primeros kilómetros son de subida pedregosa hasta Cañaveral. Decidimos pasar por el pueblo, ya que teníamos que hacer unas compras. Antes de llegar, en el puente de San Benito, nos encontramos a un monitor de gimnasia, con todas las viudas del pueblo haciendo algo parecido al Taichi. Nos hacen la ola, un pasillo para que pasemos y nos aplauden. Así que nos quedamos a bromear con ellas.

- Ya notaba desde la distancia ciertas ferormonas, dice Pedro.
- ¡Que saquen los cubatas y empiece la fiesta!, dice Juan
- Acaba de pasar una peregrina hace poco
- ¿Y cómo iba?, lo digo por si hay que rematarla, para que no sufra, digo yo.

Las señoras se ríen. 

- Id a ver la iglesia del pueblo, que está muy bonita, dice una de ellas
- Pues allá que vamos, decimos. 

Y nos hacen otra vez el pasillo y aplauden. 

Nos encontramos con dos abuelos al entrar en el pueblo. Otra parada para hablar con ellos. Son muy salados. De uno de ellos estábamos esperando, en un momento de la conversación que dijera "Cuñaaaaaaooooo" y el otro abriera la boca y tuviera un diente. Geniales, los abuelos.

Compramos, comemos algo y tiramos hacia el puerto de los castaños, por carretera. Allí coincidimos de nuevo con un grupo ciclista de Mérida. Suben como si tuvieran motor. El único que aguanta su ritmo es Juan.  Pedro detrás y yo subo como puedo.

Vamos a Grimaldo por el Camino. Preciosas dehesas y pequeños embalses de agua. Todo muy verde.

Pedro tiene problemas con el eje del pedalier. Tenemos que parar cada 500 m para apretar una tuerca que tiene holgura.

Bordeamos Riolobos y al tomar un desvío hacia Galisteo, en un paso canadiense (tubos de metal puestos en el suelo en paralelo para que no pase el ganado), Pedro hace su última aparición estelar y rompe la pletina del cambio trasero, doblando todo el mecanismo de arrastre de la cadena. Baja segura. Estamos a 5 ó 6 km. de Galisteo y hay que seguir a pie. la previsión era llegar sobre las 14:00 horas y llegamos dos horas después.

En el bar Los Emigrantes, pese a la hora, nos dan de comer. Pedro y yo, por el calor y el cansancio, apoyamos la cabeza en una verja y nos quedamos dormidos, al menos yo.

Pedro se queda en Galisteo esperando que le recoja Yolanda. Juan y yo nos vamos hacia Oliva de Plasencia, en donde hay otro albergue turístico. Otros 75 km nos han salido. No me extraña que tengamos las piernas de madera.

Cenamos en Plasencia, gracias a que estábamos motorizados, porque en el pueblo no había nada de nada. 

Volvimos tarde. Nos acostamos, en mi caso en una cama en vez de litera. A las 03:00 horas más o menos intento separar la cama de la pared para retirar un poco el edredón cuando dos de las patas se abren y me pego un castañazo contra el suelo que suena en todo el albergue.

Tiro el colchón al suelo. De ahí no paso.



Etapa 5. miércoles 4 de mayo de 2011. Día azul

Alcuescar-Embalse de Alcántara

La Sra. Ángeles nos pone un desayuno casero con muchos bollos. Salimos madrugando, como siempre, a eso de las 10:00 horas. Hasta Aldea del Cano vamos a toda pastilla. Sellamos y nos vamos hacia el aeródromo de Cáceres, donde Pedro revienta una cámara (tardaba ya mucho en no hacerlo). Al repararla, nos damos cuenta de que las cubiertas están hechas fosfatina. Hay que cambiarlas. Ponemos cinta americana y conseguimos llegar hasta Valdesalor, donde intercambiamos las cubiertas para que la mejor vaya atrás.
Le damos un poco de cera a la bici para llegar a Cáceres antes de las 14:00 para poder comprar las cubiertas. Llegamos 10 minutos antes de que cierren, compramos y nos vamos a comer que estamos un poco necesitados. 

Pedro cambia la cubierta peor y tiramos para el Casar de Cáceres. Sellamos en el albergue, el resto del pueblo, todo cerrado. Subo al baño, veo que todo el mundo está intentando echar la siesta, las ventanas abiertas por el calor,  cuando oigo vocear a Juan desde la plaza: "Ese hooooommmmbre que va a deponer su actitud".

Nos vamos con toda la solanera hasta el embalse de Alcántara, a más de 20 km. Llegamos relativamente bien. Hay bajadas por carretera de infarto y alguna subida también. Nos acomodamos, nos dan de cenar comida prefabricada (al menos hay algo, que el año pasado no había nada). 

Hoy han vuelto a ser más kilómetros de la cuenta (74 km). Siempre nos sale alguno gratis, en contra, claro.



Etapa 4. Martes, 4 de mayo de 2011. Aparentemente de tránsito.

Torremejía-Alcuescar
Amanecemos los últimos del albergue. Los andarines, como siempre, nos preceden. Vamos a limpiar/engrasar las bicicletas porque quedaron impresentables el día anterior. Esto nos retrasa la salida y hace que nos encontremos de nuevo a la "ciborg" Rosa Poyo "veloz", que va como idem sin cabeza, a todo trapo.

Hasta Mérida no hay nada que reseñar, salvo que entre las gestiones para volver a la vida al móvil de Juan, que estaba muerto y arreglos varios en las bicicletas de Pedro y mía, se nos van dos horas o más en esa bonita ciudad. A la salida de Mérida volvemos a coincidir con el "ciborg". Ya estamos seguros que no es humana, está hecha de material reciclable.

Proserpina ya no está en obras como el año pasado y llegamos sin problemas, con calor y cuestas, pero sin problemas. Pedro tiene que hacer lo que le mandan sus genes y se baña en el pantano. Dice que se ha quedado como Dios.

Después de dejar el pantano hay que fijarse bien en la salida a la izquierda, muy mal señalada, pero estábamos sobre aviso y no nos perdemos. En Aljucén paramos a tomar algo y nos vamos a Alcuescar, no sin antes tenernos que resguardar en una gasolinera del tormentón de las 18:00 que últimamente nos pilla. Cuando amaina nos vamos al albergue de peregrinos, pero nos cierran a las 21:00, previa misa y cena. Así no nos da tiempo ni a respirar y hay que ver el partido del Madrid-Barcelona, así que nos vamos a la Casa Grande, donde nos alojan en un apartamento-casa rural-casa de pueblo, con cierto estilo.

Nos da de cenar la buena señora, casada con un asturiano, del que Pedro se ha hecho íntimo amigo ya, y con el que ha quedado en verse este verano. Al terminar la cena nos topamos en el patio de la casa con dos italianas que habían cenado al lado nuestro y que están haciendo un reportaje para la radio italiana sobre la Vía de la Plata.

Nos quedamos a bromear y nos perdemos el partido. Cuando se marchan, hacemos lo mismo, tomamos algo en un bar donde se pasan por el forro la ley antitabaco y para la cama que hoy han caído más de 70 km. y estamos un poco perjudicados.


 

lunes, 2 de mayo de 2011

Etapa 3. Lunes, 2 de mayo de 2011. Previsión divina, fin machacante.

Calzadilla de Barros-Torremejía.

El tiempo parecía maravilloso, maravilloso, y así ha sido hasta las 17:00 horas. En fin, todo  no puede ser perfecto.

Hemos salido de Calzadilla después de ir a visitar a Isabel, la señora que cuida la iglesia y que ayer se llevó el sello a su casa para que selláramos por la mañana. Nos regalaron unos posters del retablo de la iglesia, que es un lujo.

Nada más salir nos confundimos de camino, era más florido, pero imposible de seguir a los 3 km de pedaleo. 

Como el original obliga a meterse hasta el refajo en el barro, para cruzar un arroyo, decidimos sortearlo por carretera. Llegamos, después de 10 km. extras, gratis por la cara, a La Puebla de Sancho Pérez y nos vamos a ver el albergue turístico y la plaza de toros más antigua de España, del año 1300. Nos atienden muy bien Samia y Jesús, que llaman al albergue de Torremejía para ver cómo están las cosas y que no nos quedemos sin dormir esta noche.

En la siguiente población, Zafra, disfrutamos de sus plazas, la Grande y la Chica. También del parador, donde nos sellan. Nos vamos hacia Los Santos de Maimona y nos encontramos con la pre-romería de San Isidro. Nos para la fuerza pública, que impedía el paso a vehículos por la celebración. Como nosotros venimos de parte de Santiago y además San Isidro es colega, allí en Madrid, nos dejan pasar y a continuación abordamos un carromato lleno de gente simpática que nos da de comer queso, chorizo, salchichón, picos, vino y huevos duros rebozados. Total que comemos por la cara. Más abajo, otros nos invitan a cerveza y aceitunas, eso que le gusta tanto a nuestro querido Pani, que se ha perdido este año el Camino por causas ajenas a su voluntad. ¡Animo Pani!.

Hace bueno. Nos vamos a Villafranca de los Barros. Allí coincidimos con Robocop, que nos dice que se llama Rosa, y que de pequeña la llamaban gallo peleón. No nos extraña. Eso es inhumano, lo que se curra esta chica. Bromeamos con ella y salimos para Torremejía. Nos quedan casi 30 km. todavía. Al poco tiempo, según entramos en una zona de camino arcilloso, empieza un tormentón. Se nos ponen las bicis de barro hasta el corvejón. No hay forma de seguir. Aquello no tira hasta que quitamos los pegotes de barro, de a kilo cada uno, con la mano. Juan se ha librado porque iba delante y ha salido a otro trozo de pista mejor. Pero Pedro y yo estamos de fango hasta arriba.

Logramos quitar el barro y continuamos los tres. A los diez minutos nos empieza a caer una inmensa. Con granizo durante bastante tiempo. No para de llover. Avanzamos como podemos. No hay sitio donde guarecerse. De repente, empieza a bajar agua como si de un río se tratase, por el camino que llevamos. Desde una viña, al lado derecho, hasta otra al lado izquierdo, empieza a desparramarse agua por un tubo. Viene un todo terreno de frente y mete las ruedas en el agua hasta más de la mitad. Como el señor iba dentro, tan ricamente, se para a charlar, como si estuviéramos en la terraza de un bar.

Nos caía y nos caía y además teníamos que atravesar ese río, transversal, delante de nosotros.

Nos ponemos a ello y con lo que estaba cayendo, metemos los pies en el agua, a cada pedalada que damos. Estamos como sopas. Continuamos para bingo, no hay forma de parar a guarecerse. No para de llover. 

Antes de llegar a Torremejía me da un bajón y tengo que parar y andar un poco hasta reponerme. Llegamos más o menos bien. Han sido 80 km. Nos recibe Fermín en el Palacio de los Lastra, ahora albergue turístico de la Junta. Muy amable. Nos atiende y nos acomodamos. Ducha absolutamente necesaria. Nos vamos a cenar y de vuelta, pues aquí, escribiendo esto. Hasta mañana. Buenas noches.





Etapa 2. Domingo 1 de mayo de 2011. Todo lleno. Todo en fiestas

Almadén de la Plata-Calzadilla de Barros
 
Nos vamos de Almadén de la Plata con regulares perspectivas referentes al tiempo y buenas con respecto al paisaje. Los primeros 15 km hasta El Real de la Jara son de empujar la bici en algunos tramos y de recoger barro en las zapatillas para hacer seis botijos.

Paisaje precioso, con mucha subida-bajada. En El Real paramos en casa  Sonia que nos prepara la primera delicatessen del Camino: bocata de mortadela Sevillana (con aceitunas). Hasta Monesterio nos quedan más de 20 km. Nos encontramos de nuevo con la pareja de austriacos y les ayudamos con las compras. Hacia Monesterio nos encontramos con unos excursionistas. Juan insiste en que si hay alguna titulada le hagan el boca a boca. No hay ninguna, así que nos quedamos con las ganas. Nos dicen que en Monesterio comamos jamón y en Fuente de Cantos, la chanfaina, que están de fiestas.

Hacemos lo primero, pero no lo segundo. El jamón ha desplazado a la mortadela como delicatessen hasta el momento. De lujo. La tendera, Loli, nos da palique y el teléfono para encargar jamones para Navidad.

Nos vamos de Monesterio hacia Fuente de Cantos y se nos hace largo. 

Tenemos que atravesar un arroyo descalzos, no hay forma de hacerlo montados. Nos encontramos con una valenciana super-machaca que se hace dos etapas al día. Nos deja alucinados. Creemos que es un ciborg y debajo de la ropa está hecha de metal y de circuitos impresos.

En Fuente de Cantos, está todo el mundo en casetas, bebe que te bebe. La feria de la chanfaina. Tenemos que parar para comer algo. No nos da el "celebro" para más. Llamamos al albergue. Todo lleno. Nos tenemos que ir a Calzadilla de Barros porque llegar hasta lo previsto (Puebla de Sancho Pérez) es una ilusión óptica. Estamos cansados. Las previsiones de km teóricas se tornan imposibles con los km prácticos. Mañana ya veremos como nos apañamos con la mega-etapa hasta Torremejía.



Etapa 1. Sábado, 30 de abril de 2011. Lluvia pa'burrir

Guillena-Almadén de la Plata

El viaje a Sevilla, con varios contratiempos: salir un poco tarde, dejar la fragoneta en un polígono donde no llega la luz del día, jugarnos el tipo cruzando la autovía y rezar para que un taxi, después de dos llamadas viniera a rescatarnos. Perdimos el autobús a Guillena y tuvo el buen hombre que llevarnos al lugar de origen. Cena de congelados Findus y a dormir.

Cualquiera diría que dormir en un chalé significa un lujo asiático. Pues hubo que tirar un par de colchones al suelo y Juan al sofá, como los buenos matrimonios. Así dormimos, así nos despertamos. Y para desayunar, un pic-nic que tuvimos que calentar después de averiguar donde estaba la bombona de butano y conectarla, "a tal fin".

Según nos levantamos, empezamos a pertrecharnos y deberíamos tener tal pinta que el cielo se puso a llorar. Llueve que te llueve, pasamos Burgillos, Castilblanco de los Arroyos  y nos encaminamos a Los Berrocales, con niebla, lluvia y a veces seco. Si hubiéramos tomado el Camino en Guillena, en vez de la carretera, estaríamos atascados en el barro todavía.

Los Berrocales sigue siendo una gran experiencia, muy bonita la finca y este año, sabiendo lo que nos pasó el pasado, se ha llevado mejor. El truco: dos plátanos, 30 km. menos en las piernas e ir sin sillín. Todo un acierto.

El Calvario ha sido un vía crucis igual, pero de día los gatos son menos pardos. 

Hemos llegado a Almadén de la Plata y la pensión Conchi nos ha recibido con los brazos abiertos, nos ha dado de cenar y gracias a unos austriacos muy amables hemos tenido mesa a una hora decente, porque todo estaba a reventar.

Hemos dado una vuelta por el pueblo y nos han regalado un gorrino a cada uno, con formato de llavero, todo esto por buscar sitios para sellar la cartilla cupón-hogar-moderno.

Pedro hace vídeos cada 10 minutos y los envía a toda la parroquia por internet, cosa que agradecen por estar viviendo el Camino casi a tiempo real.

Recuerdos a todos los no presentes por un motivo u otro.

Mañana tenemos más de 70 km para disfrutar.


jueves, 28 de abril de 2011

Etapa 0. Jueves, 28 de abril de 2011. Creo que empezamos con chorreras.

Madrid-Sevilla

Querido Leo, 

Esta es mi primera incursión en el blog para esta nueva temporada y mi primera petición es para ti. Por favor, habla con los sesudos de tu trabajo en Meteorología y diles que truquen el ordenador cuanto antes. Las previsiones en Sevilla para los próximos días son de lluvia, y yo quiero huevos fritos encima del mapa. Sin mucho calor, pero huevos fritos.

Mira a ver si pueden hacer lo mismo para Nueva York, que también me interesa.

La segunda petición es para Santiago, el santo, no para mi compañero de curro. Es para que ya que no vamos a llegar a darle la plasta este año, porque nos quedamos en Salamanca, tapeando en la Taberna Celta, como compensación, haz que el bicigrino Maese Pani, de los Paniagua de toda la vida, se reponga de sus lesiones cuanto antes y nos siga dando mucha guerra en próximas salidas bicicleteras.

Si no es mucho abusar, pues que al resto de la parroquia, que no va a venir este año con nosotros (Julio, Lucía, Alex, Marian), les vaya bien y nos esperen a la vuelta con los brazos abiertos, sanos y salvos (y con unos botellines en la mano, que tampoco estará mal). 

Si se animan, junto al resto de familia (Yolanda, María José, niños), que vengan a Salamanca a pasar el fin de semana que llegamos, supuestamente, ya que cabe la posibilidad de que nos quedemos en Sevilla una semana a pasar la feria de abril y el último día cojamos un autobús a Salamanca para cubrir el expediente.

Ya veremos, dijo un ciego.